Si las 14 horas del vuelo de ida fueron agotadoras, el regreso de River fue un periplo interminable que incluyó una escala de varias horas en Miami. Pasó casi un día desde el despegue en Seattle hasta el momento de tocar pista en Ezeiza, a las 9:03 de este sábado, con sensaciones encontradas.
Porque estar en casa siempre es agradable, aunque en este caso el plantel hubiese querido estirar su permanencia en el Mundial de Clubes. Y en medio de la desilusión por el prematuro adiós, los jugadores recibieron un mimo por parte de los hinchas que les dieron la bienvenida en medio de un gran operativo de seguridad en pleno Aeropuerto.
Ver pasar los bolsos por el pasillo delimitado para la delegación fue la señal inicial de que el plantel ya había aterrizado. Segundos después, con una gorrita blanca, Ian Subiabre inició una fila india se volvió interminable. “Enzo, Enzo” fue el grito que incluyó la ovación más estruendosa, aunque el protagonista no fue Pérez, quien pasó rápido y sin entrar en contacto con los hinchas -ni siquiera con la mirada-, sino Francescoli, gesto que sorprendió al director deportivo y que agradeció con una sonrisa
Mientras Marcelo Gallardo saludaba entre marcadores y flashes y los players avanzaban hacia los micros con destino al Camp o sus autos particulares -según la logística de cada uno-, a lo lejos se notaba el tumulto generado por Seba Driussi, Nacho Fernández y Leandro González Pirez al salir por otro sector junto a sus familias. Y en otro sector, el “Huevo, Huevo”, como sucedió en el Lumen Field ante Inter, fue otro reconocimiento para Acuña, el jugador de campo más regular en el Mundial de Clubes.
“¿Dónde está Mastantuono?”. La pregunta de un nene que lo esperaba con una gran emoción después de llevarse el autógrafo de Santi Simón tardó algunos minutos en responderse. El pibe de Azul, el más escoltado por el personal de seguridad, fue uno de los últimos en salir y también en irse debido a su predisposición para frenar cada dos o tres pasos, una necesaria despedida mutua con selfies y firmas como últimos recuerdos felices a pesar de su semblante serio producto de días difíciles.
Los dos que se bajaron antes…
¿Y Borja? ¿Y Castaño? La confirmación por parte del club de que ambos pidieron un permiso especial para viajar a Colombia desde Miami le puso punto final al recibimiento de un plantel que finalmente volverá a los trabajos este miércoles en el Camp y no el martes, día que se había estipulado inicialmente.
Llega el momento de apretar reset y de enfocarse en lo que viene, el debut en el Apertura frente a Platense en sólo dos semanas. En medio de la licencia de los jugadores, tanto Gallardo como la CD trabajarán el doble en la búsqueda de refuerzos para encarar el segundo semestre. Seattle ya es un recuerdo y en el regreso a casa hay mucho por ordenar…