La autora santamariana Servanda Romero invita a sumergirse en su infancia a través de su obra “Con Sabor a Infancia”, un recorrido por los recuerdos y paisajes de los valles calchaquíes que marcaron sus primeros años de vida. Proveniente de una familia artística y amante de la literatura, Romero combina en su escritura la poesía, la nostalgia y la sencillez de una niñez rica en emociones y experiencias.
Desde muy pequeña, la autora sintió pasión por la poesía y la actuación: “Estudiaba las poesías, les ponía música y las iba cantando. A los 12 años escribí mi primer poema de amor y descubrí cuánto me gustaba jugar con las rimas”, recordó en una entrevista. Su obra refleja el amor por la familia, la naturaleza y los pequeños momentos que formaron su infancia.
Recientemente, Romero también estuvo presente como invitada en la presentación del libro “Coplas, Vidalas y Cantos Ancestrales de Nuestra Tierra”, en la 17° Feria del Libro de Catamarca, actividad en la que participó activamente.
Previo a su presentación, este martes 18 de noviembre, la escritora dialogó con Inforama, compartiendo sus recuerdos, sus inspiraciones y el corazón de su obra “Con Sabor a Infancia”.
¿Cómo nació su pasión por la escritura y qué autores o autoras marcaron sus primeros pasos?
“Mi pasión por la escritura nació siendo muy chica, por eso deseo expresar los sentimientos, como el amor, el amor a los padres, a los animales, a los perritos, a las cabritas, que siempre teníamos alguna cabrita en el campo y al lugar donde vivíamos, ya que lo hacíamos, íbamos junto con mi madre que trabajaba como maestra en los cerros santamarianos en zonas inhóspitas, de personal único.
Y bueno, todo eso me llevó a comenzar a aprender poesía desde pequeñita y a querer escribir después, más adelante, mis recuerdos de esos momentos. Y bueno, con sabor a la infancia, seguramente porque la infancia, mi infancia fue muy rica, rica en simplezas, en amor, en contención.
Los autores que marcaron mis primeros pasos, creo que el primer libro que leí, fue una colección que nos mandaron los tíos de allá de Buenos Aires, donde estaba entre ellos, De los Apeninos a los Andes, esa historia de Edmundo De Amicis, muy tierna, de mucho sentimiento. Creo que ese fue mi primer libro.
También leíamos mucho, porque mis hermanas, al ser mayores, tenían de toda clase de libros, los que pedían en la escuela y los que les regalaban o compraban. De esa manera, empecé a leer a José Vasconcelos, a Juana de Ibarbourou, De Amicis y la poesía de Arturo Capdevila, que todavía recuerdo de memoria. También disfruté de las rimas de Gustavo Adolfo Bécquer y de la épica del Martín Fierro de José Hernández. Cuando empezamos el primer año, leíamos obligatoriamente muchas obras de la literatura española y de la literatura americana, y así descubrí a muchísimos escritores y poetas que me encantaban.”
¿Qué la inspiró a escribir Con sabor a Infancia y cuál fue el disparador de esta obra?
“Mi infancia fue muy rica, rica en simplezas, en amor, en contención. Mi padre era un hombre muy recto, un tanto sobrio, osco, pero cuando él estaba con nosotros, era otra persona. De noche nos contaba todas las noches un cuento. Después cuando era grande me di cuenta que tal vez los inventaba, si bien dice que leía él las noches y todo eso, y bueno, él nos contaba.
Entonces, eso fue el motivo que me llevó a mí a escribir este libro. También una manera de agradecer, tal vez, a mis hijos ese apoyo que me brindaban en este aspecto. A ellos les encantaba que escribiera, y un homenaje a mis alumnos, que les escribí de todo para ellos cuando eran pequeños, porque yo era maestra de primer grado, segundo y tercero, y ahí les escribía poemitas y todo para que ellos memorizaran cositas con rima, y bueno, al último digo, bueno, creo que les debo a ellos mi homenaje, porque me hicieron feliz.”
¿Cómo describiría el corazón del libro: qué recuerdos, emociones o vivencias busca transmitir?
“El corazón del libro es la niñez, en el marco de esa familia atenta, esa familia contenedora, humilde, sencilla, que con pocas cosas nos hacía muy feliz, como irnos por las tardes a juntar leña para que haga la comida de mi mamá, y llevar un picadillo, abrir un picadillo, comer con pan casero, cositas sencillas, bañarnos en los ríos de esa zona, de esos valles calchaquíes. La niñez en el marco de una familia amorosa, respetuosa y contenedora.
Deseo transmitir la brecha generacional que hay entre mis hijos, entre mis nietos, más que nada, y también mis hijos, porque ya vivieron en otra época, nada que ver sus juegos o su entretenimiento con los que tuve yo. Me interesa que ellos la miraran, la supieran, y también para rescatar nuestro lenguaje, que se estaba perdiendo en muchos términos. Trato de ponerlo en mi libro. Como digo en el prólogo, recordar el pasado a veces no es grato por las ausencias que duelen, pero la vida está hecha de pérdidas y ganancias, y siempre apuesto a las ganancias.”
La presentación de “Con Sabor a Infancia” se realizará este martes 18 de noviembre en el Salón Calchaquí (Sarmiento 450) a partir de las 19:30. La apertura estará a cargo del editor Rodolfo Lobo Molas, mientras que la profesora Aleandra Luque ofrecerá un análisis de la obra. La velada contará además con la actuación de “De Puro Guapo” y la conducción del licenciado Gabriel Tomassi.
Servanda Romero presenta “Con Sabor a Infancia”, un homenaje a la niñez y la familia
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