La concentración tuvo lugar en la intersección de avenida Mariano Moreno y avenida Gobernador Galíndez, donde se inauguró un emotivo mural realizado por la artista Claudia Tula. En el centro de la obra está representada María Soledad Morales, víctima del femicidio que marcó un antes y un después en la provincia y en el país. A su alrededor, la obra retrata la ola feminista y a todas las mujeres víctimas de violencia.
Tras unas palabras cargadas de emoción, comenzó la marcha, encabezada por María Espeche, madre de Brenda Micaela Gordillo, y Susana Rosales, mamá de Majo Arias. Ambas mujeres alzaron su voz en nombre de sus hijas y de todas las que ya no están.
Durante la movilización, entre gritos y cánticos, se hicieron presentes los nombres de las víctimas. “No están olvidadas, están presentes”, se escuchó en varias oportunidades. El reclamo fue claro y contundente: “Todavía existen los femicidios, todavía nos matan”.
“Marcho para que el Gobierno tome cartas en el asunto y se castigue con la veracidad de los hechos”, expresó una manifestante, exigiendo justicia y acción estatal frente a una realidad que duele y persiste.
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