
La informalidad laboral en Argentina ha alcanzado niveles alarmantes, afectando principalmente a la población joven, donde casi el 70% de los trabajadores carecen de derechos laborales fundamentales. Este fenómeno afecta el mercado de trabajo formal y dificultando la creación de empleos de calidad.
Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la informalidad laboral alcanzó al 42% de la población ocupada en los 31 principales aglomerados urbanos de Argentina en el cuarto trimestre de 2024. Esto implica que aproximadamente 9 millones de personas trabajan sin acceso a beneficios como aportes jubilatorios, cobertura de salud o licencias laborales. Sin embargo, el panorama es aún más preocupante entre los jóvenes. Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la CEPAL, más del 65% de los varones jóvenes y el 71% de las mujeres jóvenes en Argentina se encuentran en situación de informalidad.
Sectores con alta informalidad: comercio, construcción y trabajo doméstico.
La informalidad laboral entre los jóvenes argentinos se concentra en sectores como el comercio, la construcción y la industria. En particular, los sectores de la construcción y del trabajo doméstico presentan cifras alarmantes, con niveles de informalidad que alcanzan el 77% y 78%, respectivamente. Este fenómeno limita las oportunidades de crecimiento profesional y personal de los trabajadores jóvenes, dejándolos fuera de los sistemas de protección social y afectando su estabilidad económica.
La crisis económica y el aumento de las modalidades de trabajo no registsdas
El estancamiento económico de la última década, sumado a la falta de creación de empleo formal y la crisis productiva, ha impulsado el crecimiento de modalidades de trabajo alternativo como el monotributo y el cuentapropismo. Esta situación ha llevado a una mayor precarización laboral, con un número creciente de personas buscando empleo de forma independiente o en condiciones informales, lo que ha afectado la estabilidad de la fuerza laboral del país.
La destrucción de empleo registrado: una tendencia preocupante
La situación del empleo registrado también muestra señales de alerta. En enero de 2025, se perdieron 8.842 puestos de trabajo registrados en el sector privado, lo que interrumpió el crecimiento leve que se había observado desde agosto del año anterior. Desde la asunción de Javier Milei como presidente, el empleo asalariado registrado ha disminuido en 173.524 puestos. Este panorama no parece mejorar en el corto plazo, ya que se estima que la caída del empleo continuará en los próximos meses, especialmente en sectores como la industria y la construcción, que han sido los más afectados por la pérdida de puestos de trabajo.
¿Qué esperar del mercado laboral?
Los expertos proyectan una contracción del empleo formal en el sector privado durante los próximos meses, con una caída estimada del 0,05% en febrero, del 0,02% en marzo y del 0,04% en abril. Esto se debe a la falta de dinamismo en sectores clave como la industria y la construcción, que, a pesar de haber dejado de derrumbarse, siguen mostrando un comportamiento errático. A su vez, la inflación en aumento representa otro obstáculo para la recuperación del empleo y el poder adquisitivo de los trabajadores.