Los jóvenes denuncian que, de las seis cátedras previstas en sus carreras, solo una se está dictando actualmente, debido a la falta de docentes y a la escasa expectativa de que los cargos vacantes sean cubiertos en el corto plazo. Esta situación no solo afecta la continuidad de los planes de estudio, sino que también pone en riesgo la permanencia de los estudiantes en el sistema.
«Estamos estudiando en condiciones inaceptables. Nos piden compromiso, pero no garantizan lo más básico», expresó uno de los manifestantes.
Además, muchos de los alumnos provienen de otras localidades del departamento, lo que implica altos costos en alquiler y manutención, y los obliga a vivir lejos de sus familias. Esta combinación de factores profundiza el riesgo de deserción, sobre todo entre quienes ya están atravesando dificultades económicas.
La protesta se suma a una serie de reclamos que en los últimos meses han visibilizado el deterioro del sistema educativo en Santa María: docentes mal remunerados, escuelas en estado crítico, como las N° 267 de El Recreo y la N° 229 de San José, y una falta de respuestas sostenida por parte de las autoridades.
Durante la manifestación, una madre expresó su indignación: «Yo solo ruego que algún día a los funcionarios les dé un poquito de vergüenza», resumió.
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