
Durante la Semana Santa, el impacto de La Pasión de Cristo vuelve a resonar no solo como una obra cinematográfica, sino como una vivencia extrema tanto física como espiritual. Estrenada en 2004 y dirigida por Mel Gibson, esta producción revolucionó el cine religioso y se convirtió en la película con clasificación R más taquillera de la historia en Estados Unidos, con una recaudación global de más de 611 millones de dólares.
Jim Caviezel, quien interpretó a Jesús de Nazaret, aceptó el papel tras una advertencia directa de Gibson: “Si haces esto, podrías quedar marginado en Hollywood”. Caviezel, cuya edad era de 33 años y compartía las iniciales “J.C.” con el personaje, vio esto como una señal inevitable.
Rodaje extremo y sacrificio físico
El proceso de filmación fue tan exigente que Caviezel sufrió graves consecuencias físicas. Durante el rodaje perdió 20 kilos, fue alcanzado por un rayo, recibió dos latigazos reales que le dejaron cicatrices permanentes, se dislocó un hombro y desarrolló neumonía e hipotermia tras pasar horas colgado casi desnudo en una cruz bajo condiciones climáticas extremas. Al finalizar, el desgaste físico lo llevó a someterse a dos cirugías a corazón abierto.
La escena de la crucifixión, una de las más impactantes del filme, requirió cinco semanas de rodaje y el uso de hasta 30 litros de sangre artificial. Caviezel soportó sesiones de maquillaje de siete horas e incluso durmió maquillado para cumplir con los estrictos tiempos de producción. Además, tuvo que aprender arameo, hebreo y latín para interpretar sus líneas con fidelidad histórica.
Transformaciones espirituales detrás de cámaras
Más allá de lo físico, La Pasión de Cristo dejó una huella espiritual profunda. Pedro Sarubbi, quien interpretó a Barrabás, confesó que al mirar a Caviezel sintió que era el verdadero Jesucristo quien lo observaba. Luca Lionello, actor que encarnó a Judas y ateo declarado, se convirtió al cristianismo y bautizó a sus hijos tras la filmación. Incluso un técnico musulmán del equipo terminó abrazando la fe cristiana.
Se reportaron también experiencias misteriosas durante el rodaje, como la aparición de personas vestidas de blanco que ofrecían consejo y luego desaparecieron sin explicación.
La Resurrección de Cristo: la esperada secuela
Mel Gibson, quien financió la producción original con 30 millones de dólares de su propio bolsillo, ya ha anunciado la secuela: La Resurrección de Cristo. El rodaje está programado para comenzar en agosto en los Cinecittà Studios de Roma y promete ser aún más ambicioso, con Gibson afirmando que “mostrarán la caída de los ángeles”.