La historia parecía tener otro desenlace. Con un marco imponente en el Estadio Bicentenario de San Juan, Los Pumas ofrecieron una imagen renovada respecto a la paliza sufrida días atrás en La Plata. Pero cuando todo apuntaba a un empate decoroso y trabajado, Inglaterra golpeó en la última jugada y se llevó el triunfo por 22 a 17, dejando a los argentinos nuevamente con las manos vacías y muchas dudas de cara a lo que viene.
El partido, correspondiente al segundo test match de la ventana internacional de julio, tuvo momentos de buen nivel por parte del equipo dirigido por Felipe Contepomi, especialmente en la primera mitad, donde Argentina jugó con intensidad, aprovechó sus oportunidades y supo sacar ventaja del hombre de más tras una amarilla inglesa.
El comienzo fue cuesta arriba: Seb Atkinson abrió el marcador para Inglaterra tras un buen kick cruzado a espaldas de Ignacio Mendy, que no logró cubrir su zona. Pero Los Pumas respondieron con actitud y precisión. Sebastián Carreras descontó con un penal desde casi mitad de cancha, y poco después llegó el try del centro Lucio Cinti, bien asistido por Simón Benítez Cruz, para pasar al frente en el tanteador.
El final del primer tiempo fue frenético: Inglaterra volvió a marcar con Freddie Steward, pero una gran jugada individual de Mendy, que durmió a un defensor y apoyó en el ingoal, le devolvió la ventaja al conjunto argentino, que se fue al descanso arriba 17 a 14, con mejores sensaciones y mayor claridad.
Sin embargo, en el complemento todo cambió. Inglaterra tomó el control del juego, dominó físicamente y aprovechó los errores del local. George Ford empató el encuentro con un penal y la visita comenzó a presionar con más decisión, especialmente tras la amonestación a Pablo Matera, que dejó a Los Pumas en inferioridad numérica en un momento clave.
A pesar del esfuerzo defensivo y la entrega en los últimos minutos, una pelota perdida en campo propio derivó en el contragolpe que definiría el partido. Jack van Poortvliet tomó la iniciativa y apoyó en el ingoal argentino cuando el reloj ya marcaba tiempo cumplido. Un baldazo de agua fría para los locales, que vieron esfumarse el empate en el último suspiro.
El único consuelo de la jornada fue el emotivo homenaje a Pablo Matera, quien con 31 años se convirtió en el jugador con más presencias en la historia de Los Pumas con 111 test matches, desde su debut en 2013.
Ahora, el seleccionado nacional tendrá poco tiempo para lamentos: el próximo sábado enfrentarán a Los Teros (Uruguay) en el Padre Ernesto Martearena de Salta, antes de encarar la exigente ventana de agosto, con dos compromisos frente a los All Blacks de Nueva Zelanda.
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